jueves, 23 de agosto de 2018

No quiero tener razón




No quiero tener razón,
tampoco quiero quedar por encima,
por supuesto, no quiero quedar por debajo,
no está en esa cuestión el tema.

Lo que quiero que veas,
es algo en lo que creo que estas equivocado,
que veas la luz, en las tinieblas,
o a lo mejor soy yo, el que está errado.

Por eso quiero ver tus luces,
y tus tinieblas, lo mismo hay algo,
y mires en mis debilidades,
en los distintos matices de los dos lados.

Con todo eso hacer una mezcla,
de ideas, impresiones y dudas,
siempre desde el respeto mutuo,
se formará algo nuevo en cada caso.

Por lo que  no quiero tener razón,
ni en esto último que he escrito,
también puedes patearme e insultarme
no dar argumento alguno.

Puedes abocarte a tus ideas,
sin ver más luz que tus esferas,
sin ninguna entrada de aire nuevo,
todo cerrado y obcecado.

Aunque sigue abierta la premisa,
de razonar, en vez de tenerla,
la razón no es una posesión,
es más un esquema de ideas.

martes, 3 de abril de 2018

El peral





Hace mucho, mucho, mucho tiempo,había un peral, que no era de nadie.
La gente se acercaba, y comía peras del peral, sin ningún problema.
Un día alguien que pasaba por allí, pensó que sería bueno vivir cerca.
Así que como el terreno donde estaba el peral parecía que no era de nadie,
empezó a construirse una casa, al lado, a una distancia prudencial.
Pasaron los días, la gente seguía yendo al peral, a comer peras como antes.
Incluyendo a la persona que se había construido la casa, que hacía como el resto, con normalidad.
Pasaron más días, y después de un tiempo, el mismo que había construido la casa,
un día pensando en casa, tuvo la idea, de construir una valla que incluyeran su casa y el peral.
Poco tardó en construirla y todavía menos tiempo tardó en pedir algo a cambio de las peras.
Y esta es una de las maneras, entre otras muchas maneras, en el que se inventó la propiedad.
Y junto la propiedad, casi al mismo tiempo, también se inventó el capitalismo.